Totonicapán y su historia

Parte de la historia de Totonicapán, nos dice que éste era uno de los sitios más importantes del Reino Quiché antes de la invasión y colonización española. Algunos datos de los historiadores señalan que los k'iche'es tenían por diversas razones, una movilidad frecuente en cuanto a sus asentamientos humanos. De hecho, uno de los más antiguos estuvo en un lugar llamado Otzoyá, posteriormente se sabe que se trasladó al norte, entre Patacaj y Paquí, finalmente se concentraron en el sitio de Chuí Mekenhá.

Chuí Mekenhá según Jorge Luis Arriola, quiere decir sobre el agua caliente y hace referencia a las aguas termales que actualmente existen en la cabecera departamental. La palabra Totonicapán es posterior y viene del nahuatl: atotonilco, o totonilco que es una toponimia que también se refiere al lugar del agua caliente.

Durante la colonia esta ciudad fue una de las alcaldías mayores, y su importancia no solo resalta por el hecho de estar en una ruta importante de comercio, sino también fue un centro de levantamientos indígenas en contra de la dominación española. De esta forma, en 1820 se produjo un levantamiento encabezado por Atanasio Tzul y Lucas Aguilar, lo que les valió posteriormente la constitución de ciudad prócer.

Otro aspecto de importancia en este territorio es la existencia de grandes cantidades de bosques. Desde hace muchos años los pobladores han realizado esfuerzos por conservar sus recursos que en buena parte son de propiedad comunal.

Además de abastecerles de madera y leña para sus actividades cotidianas estos bosques también les proporcionan fuentes de agua que son vitales para la región.
Actualmente la población es de más de 205,000 habitantes aproximadamente. Es de predominancia Maya- K'iche', que se dedica a la producción de trigo, papa, frijol, maíz y haba, así como a la crianza de ganado ovino del cual obtienen la carne y lana que se utiliza en la confección de tejidos. Hay una fuerte producción de artesanías tales como: tejido, alfarería, cerámica; y la fabricación de muebles de madera.
En cuanto a la producción de cerámica, Totonicapán es uno de los centros artesanales más importantes del país, desde la colonia. Aquí se produce la cerámica pintada, mayólica, y vidriada, ya sea de tipo utilitario o religioso, que progresivamente se ha estado exportando hacia los Estados Unidos y Europa.

En este tipo de producción, intervienen las familias durante todo el proceso, utilizando tornos a la usanza colonial y grandes hornos de leña en la cual se quema el producto. Actualmente hay cambios sustanciales con la introducción de tornos y hornos eléctricos, así como nuevas mezclas de minerales para los barnices que se utilizan. Entre los productos de cerámica que pueden encontrarse están los incensarios, vajillas completas, candeleros, miniaturas, comales, sartenes, platos decorativos, y lápidas, entre otros.

La artesanía de madera también es reconocida, ya que en este lugar se fabrican las famosas cajetas, en las cuales se guarda la dulcería que se produce y vende en Amatitlán, así como los juguetes de madera que son fáciles de observar en la ciudad capital, tales como los camiones, guitarras, y utensilios de cocina. La fabricación de muebles es importante, al igual que los mascarones para las danzas en las ferias patronales.

Dentro de los atractivos turísticos, están los talleres artesanales que existen en la mayor parte del departamento. Con relación a la cerámica, los principales centros están ubicados en la cabecera departamental y en San Cristóbal Totonicapán.

Los tejidos también son muy reconocidos a nivel nacional, hay una gran diversidad de los mismos. Éstos consisten en la elaboración de ropa típica, ponchos como en Momostenango y Santa María Chiquimula y sastrería en general.

Por la producción de trigo, los productos de panaderías existen en gran cantidad, tanto en San Cristóbal Totonicapán, como en la cabecera departamental.

En el aspecto monumental, en la ciudad de Totonicapán se pueden observar la iglesia que es colonial, el teatro municipal y la pila de los dragones. En San Cristóbal Totonicapán la iglesia es un punto esencial de su atractivo, al igual que en San Andrés Xecul, donde también sobresalen los talleres de fabricación de tejidos.

En San Francisco El Alto, la plaza es una de las mayores a escala nacional tanto en extensión como en volumen de ventas. Aquí se comercian diversos productos al por mayor y menor, con compradores nacionales y del área centroamericana. Los días viernes es el día de la plaza aunque martes y jueves son días importantes para las ventas al por mayor. En la estructura del mercado llama la atención el comercio de animales, en un espacio especial se venden gatos, perros, cerdos, cabras, caballos, mulas y pollos.

En este municipio incluso existen diversos centros ceremoniales donde cada 260 días se celebra el Wakxakib Batz, o año nuevo maya.

Sobre los baños de aguas termales, en la ciudad de Totonicapán existen las ruinas del que fue el antiguo baño; hay otro nuevo a manera de piscinas que popularmente son llamadas las del “aguacaliente”, que es administrado por las comunidades. En San Bartolo Aguas Calientes, también existen baños con las mismas características.

Datos generales
Nombre del departamento: Totonicapán.
Cabecera departamental: Totonicapán.
Población: 314,831 habitantes aproximadamente.
Municipios: Totonicapán, San Cristóbal Totonicapán, San Francisco El Alto, San Andrés Xecul, Momostenango, Santa María Chiquimula, Santa Lucía La Reforma y San Bartolo.
Clima: Frío.
Idioma: K'iche' y español.
Altitud: 2,495 metros sobre el nivel del mar.
Límites territoriales: Al norte con el departamentos de Huehuetenango; al sur con Sololá; al este con Quiché y al oeste con Quetzaltenango.
Extensión territorial: 1,061 kilómetros cuadrados.
Fiesta titular: 29 de septiembre, San Miguel Arcángel.
Fundación: 1825.
Temperatura: Máxima 18 grados centígrados.
Mínima 5 grados centígrados.
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