Historia del Municipio de Santa María Chiquimula

a.   Historia
Chiquimula, según indica el Dr. Jorge Luis Arriola en su “Pequeño Diccionario de voces guatemaltecas”, proviene de “Chiquimolin”, que en idioma Nahuatl, significa jilguero, y la terminación  “la”  significa  abundancia,  traducido  quiere  decir,  “donde  los jilgueros abundan”. El nombre antiguo del pueblo, de acuerdo con el Popol Vuh y otras fuentes prehispánicas es Tzolojché. Vocablo que el Lic. Adrián Recinos traduce como “el sauco” (Quiché). Por su parte, el Dr. Arriola indica que Tzaloj, significa guerrero o combatiente, y que alude al carácter indómito de los pobladores de Chiquimula.

Santa María Chiquimula es un pueblo de origen precolombino, como lo atestigua el Popol Vuh, donde es mencionado como Tzolojché, que pertenecía al calpul o parcialidad de los Aj Tzolojché, según se indica en la Historia Quiché de don Juan de Torres, documento del siglo XVI. En el dominio sobre dicha parcialidad se alternaron lo Tamub de Ilocab y los Ilocab de San Antonio Ilotenango.


La fundación del pueblo de Santa María Chiquimula, se remonta a los primeros años del período colonial y perteneció al corregimiento de Totonicapán. El cronista franciscano Fray Francisco  Vázquez,  relata  en  su  crónica  que  en  1,575 Chiquimula  tenía  100  vecinos indígenas, era pueblo de encomienda a favor de Yomar de Escalante y Sebastián de Alba , estaba a cargo del convento de Totonicapán.

El cronista Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán, en su obra “La Recordación Florida”, indica que el pueblo de Chiquimula era memorable porque en ese lugar don Pedro Alvarado sentenció  a  muerte  y  ejecutó  al  Rey  Quiché  Chignahuivcelut, que  en  la  época  de  la conquista era un pueblo muy numeroso, encargado de uno de los castillos que defendían el castillo de Utatlán.

Por  la  época  de  Fuentes  y  Guzmán,  contaba  solamente  con  1,640  habitantes (410 tributarios) y pertenecían al curato de Momostenango. El sacerdote y antropólogo Ricardo Falla, en su estudio “Conflictos de comunidades indígenas del corregimiento de Sololá y Totonicapán (siglos XVIIII y XIX), indica, que la población de Santa María Chiquimula y Momostenango se recuperó más rápidamente de los efectos de la conquista (desde finales del siglo XVI),  que la de Santa Cruz del Quiché, San Pedro Jocopilas  y San Antonio Ilotenango, que comenzó hasta mediados del siglo XVIII (1739).

Esto permitió que los de Chiquimula se movieran hacia tierras de San Antonio, ocupando Chiachituj;  de  santa  Cruz,  formando  el  actual  municipio  de  Patzité;  y de  Jocopilas, formando el futuro municipio de Santa Lucía la Reforma.

Falla describe conflictos de límites que involucran a los habitantes de Chiquimula con sus vecinos, sucedidos en 1705, 1708, 1762, 1769, 1777, 1778, 1813, 1814, 1816, 1820, y entre 1830 y 1854. El resultado de todos estos conflictos fue que en los deslindes realizados entre 1841 y 1877, casi la mitad del territorio de Ilotenango, alrededor de 139 caballerías, quedó dentro de los límites de Chiquimula.

El Arzobispo, Doctor Pedro Cortés y Larraz, en el relato de su visita pastoral, (1768 - 1770),   indica  que el  pueblo  de  Chiquimula,  anexo  a  la  parroquia  de   Santiago Momostenango,  tenía  1,500  habitantes.  La  sublevación  del  pueblo  de Totonicapán,  en contra del cobro de tributos, tuvo su primera manifestación en Santa María Chiquimula, el 20 de Febrero de 1,820, al ser compelidos los indios al pago de la cuota asignada para el sostenimiento del cura párroco, presbítero José Patricio Villatoro.  Así como la cancelación del real tributo, correspondiente al último tercio de 1819.

Por  el  Decreto  del  11  de  Octubre  de  1825,  la  Asamblea  Constituyente  decretó la Constitución Política del Estado de Guatemala, declarando los pueblos que comprendían el territorio nacional. Entre los distritos en que se dividía el departamento de Totonicapán figuraba el de Momostenango, al cual pertenecían los pueblos de Santa María Chiquimula y San Bartolomé ( hoy San Bartolo Aguas Calientes).

b.   Cultura e identidad
El idioma predominante es el K´iche, pero también se comunican por medio del idioma español. La población es heredera de la cultura del pueblo Maya K’iche, lo que es de gran significado  por  la  práctica  de  valores  cosmogónicos  como  el  tipo  de alimentos  que consumen. Traje, prácticas espirituales, idioma, amor a la tierra, creencia en los nahuales regidores del destino de la humanidad entre otros.
El traje típico es la expresión más importante de su  identidad, se dice que son las mujeres las que realmente han protegido este rasgo cultural tan importante. El traje típico de la mujer  consiste  en  el  güipil  blanco  con  el  cuello  bordado  de  color  rojo  y  amarillo, acompañado  de la cinta que es colocada en la cabeza, el perraje negro los caites  y el chachal. El del hombre camisa blanca y pantalón blanco, acompañado del pañuelo rojo, la faja roja, el delantal, el sombrero, los caites y el morral. En la actualidad el güipil es rojo con bordados a color, camisa blanca y calzón blanco. También con la tradición del collar y los aretes, perraje, cintas y faja. Actualmente es raro ver una persona con el traje original de este municipio, principalmente las mujeres son las que aún conservan el traje típico, en hombres se ha perdido el uso de este traje en su totalidad.


c.   Costumbres y tradiciones
Entre las costumbres de este municipio se destacan: los casamientos entre pobladores que pertenecen a la comunidad lingüística K’iche’ del pueblo maya, las actividades de carácter religioso como la Semana Santa, navidad, confirmaciones y fiesta titular. La danza, baile, música y el disfraz son los elementos que destacan de las actividades folklóricas que se llevan a cabo, predominantemente durante las fiestas patronales. Las danzas folklóricas que se realizan en las fiestas patronales de la comunidad son, la Conquista, Torito y Mexicanos, que son realizadas a través del calendario maya.

La  religión  predominante  es  la  católica  pero  existen  un  buen  porcentaje  de población evangélica, así como la expresión de la cosmovisión maya; en lo que se refiere a la parte espiritual, fusionada con un sincretismo religioso, se origino como una estrategias de conservación de las creencias ancestrales en los tiempos de la colonia, ya que a la vez, se celebraban rituales religiosos de carácter occidental, y en los barrancos y en secreto el culto a sus dioses como expresión de  respeto y devoción a estos.

d.   Fiesta patronal
El municipio se caracteriza porque durante el año se celebran dos fiestas de importancia para los habitantes del lugar, estas se constituyen como fiestas titulares. La primera se celebra del 13 al 16 de enero de cada año, en honor al Señor de Esquipulas, el día principal es el 15, cuando la iglesia católica conmemora la festividad del Cristo de Esquipulas. La segunda se celebra del 6 al 9 de septiembre en honor a la patrona del pueblo, Virgen María de  la  Natividad  siendo  el  día principal  el  8.  Durante  estas  se  realizan  una  serie  de actividades de carácter religioso, cultural, social y deportivo.


 
e.   Lugares sagrados
Existen en Santa María Chiquimula, trece lugares sagrados, como parte de su expresión cosmogónica y como una de las mayores fortalezas  de su identidad. El pueblo K’iche aún conserva dentro de su entorno espiritual, un factor de corte ancestral de origen maya que rutinariamente  se  le  llama  “costumbre”,  que  no  es  más  que  la  realización  de  ritos específicos dedicados en su mayoría a la creación de la madre naturaleza, por el bienestar de la cosecha, salud, economía, trabajo, lluvia y otras necesidades que figuren en la comunidad.  Dichos  ritos  se  efectúan  en  altares  especiales,  los  cuales  se  localizan  en diferentes sitios tales como Chirijsaná, ubicado en el área montañosa de Xesaná a 9 kilómetros de Santa María Chiquimula. En la comunidad de Chuicacá a 21 kilómetros se aprecian los siguientes altares Mayas: Chuimarsé, ixtampalú y Chuixij´ol, donde sacerdotes mayas  celebran  ritos  en  fechas  importantes  para  rendirle  culto  al  Dios  Creador  del Universo. En la aldea Casa Blanca, se mencionan El Cerro y La Señal de la Cruz, que son ceremonias realizadas por personas que profesan “La Costumbre” en las montañas más altas de dicha región. (SEGEPLAN, 2011a).

f.   Comidas  típicas
La gastronomía se basa en el consumo de atoles como el quebrantado y blanco, así como el caldo rojo que es un caldo típico de las celebraciones del municipio, consiste en un caldo de res  pero  con  la particularidad  que  solamente  lleva papa,  tomate y cebolla.  Durante  la Semana Santa se consume un platillo típico de la localidad que se caracteriza por llevar pescado  seco  acompañado  de  frijol  blanco, regularmente, estos  platillos  se  degustan acompañados de tamalitos de maíz, envueltos en hoja de doblador u hoja de milpa, también se acostumbra el consumo de picante o chirmol, hecho de tomate, cebolla, cilantro y chile.
Así mismo, es importante mencionar que el municipio es reconocido a nivel regional y nacional por la fabricación de shecas (tipo de pan desabrido), las cuales están presentes en la dieta cotidiana de los habitantes del municipio quienes las acompañan con panela.
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